EscĂşchalo: Vence el temor con Su amor đź’•
Querida amiga,
Todas sentimos miedo en algún momento. Miedo al futuro, a fallar, a perder algo valioso. A veces, el miedo se disfraza de ansiedad, de estrés constante, de esa vocecita interna que nos dice que no es suficiente lo que hacemos… o que no somos suficientes.
Pero ÂżquĂ© pasarĂa si te dijera que el miedo no tiene que gobernar tu vida?
Las escrituras nos enseñan que “el amor perfecto echa fuera el temor” (1 Juan 4:18). Y no es solo una frase bonita —es una verdad transformadora. La psicologĂa positiva, una rama de la psicologĂa que estudia lo que hace que la vida valga la pena, ha encontrado que el amor, la conexiĂłn y la fe profunda son antĂdotos poderosos contra el miedo.
¿Qué dice la ciencia?
Estudios han mostrado que cuando las personas sienten amor seguro —ya sea de una pareja, un amigo o de Dios— su sistema nervioso se calma, disminuye la ansiedad y aumenta la resiliencia. El amor activa zonas del cerebro relacionadas con la seguridad y el bienestar. Y la fe, cuando se practica con intención, está relacionada con menor estrés, más propósito y mayor bienestar emocional.
Es decir: confiar en el amor de Dios literalmente calma tu mente y fortalece tu corazĂłn.
ÂżY cĂłmo se ve eso en la vida diaria?
Tal vez no desaparecen los problemas, pero cambia tu forma de enfrentarlos. Porque ya no estás sola. El miedo pierde fuerza cuando eliges creer que Dios te cuida, que hay un plan más grande, que no tienes que tener todo resuelto hoy.
Confiar en Él no significa que nunca sentirás temor. Pero significa que puedes mirar al temor de frente… y caminar de la mano del Salvador mientras lo atraviesas.
ÂżCĂłmo empezar a practicar ese amor que echa fuera el temor?
Aquà van tres recordatorios prácticos:
Ora como si hablaras con tu mejor amigo. Cuéntale a Dios tus miedos con honestidad. Su amor no se espanta por tus dudas.
Escribe tus pensamientos con intenciĂłn. Lleva un diario y escribe cada dĂa algo por lo que estĂ©s agradecida y una verdad sobre Dios que te dĂ© paz.
Recuerda que no necesitas tener toda la fe del mundo. Solo necesitas fe del tamaño de una semilla. (Mateo 17:20)
El amor perfecto ya te alcanzĂł. No tienes que ganártelo. Solo tienes que abrir el corazĂłn a Él, un poquito cada dĂa.
Y cuando lo hagas, notarás que el miedo se hace más pequeño… porque la fe y el amor tienen más espacio en ti.
đź’›Con amor,
Rocio Gomez,
Directora de Tiempo Para Nosotras