Él nunca se cansa de ti
Querida amiga,
¿Alguna vez has sentido que a Dios le debería pesar ayudarte otra vez con la misma debilidad? Tal vez has pensado: “Ya debería haber aprendido”, “¿Cómo caí en esto de nuevo?”, “¿Por qué me cuesta tanto cambiar si ya he pasado por esto antes?”
Te entiendo. Muchas veces sentimos esa decepción de volver a tropezar, de reaccionar cuando queríamos mantener la calma, de guardar resentimientos, sentir culpa, o incluso de no gustarnos a nosotras mismas por cómo actuamos.
Pero quiero que sepas algo con todo mi corazón: no estás sola sintiéndote así. Todas, en algún momento, pasamos por esos bajones. Esa sensación de desfallecer, de cansancio espiritual o emocional, de sentir que no somos suficientes.
Y aún así, nuestro Padre Celestial jamás se cansa de ayudarnos.
Nunca le pesa tenderte la mano, ni se fastidia de escucharte otra vez.
Él está profundamente involucrado en tu vida, incluso cuando tú no te das cuenta.
No permitas que la vergüenza o la culpa te alejen de Su amorosa bondad. Al contrario: mientras más mal te sientas, más urgente es correr hacia Él. Sin pensarlo. Sin dudarlo.
Arrepiéntete diariamente, no como castigo, sino como un regalo de liberación. Toma un momento cada día para estar a solas con Él. Lee Sus palabras. Háblale como la hija que eres. Esa práctica te llenará de esperanza y fortalecerá tu relación con el Dios que desea tu gloria más que tú misma.
No estás sola.
No estás perdida.
Y nunca estás olvidada.
💕Con amor siempre,
Rocio Gomez,
Directora de Tiempo Para Nosotras